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En julio de 1962 se le concedió a Nils Bohlin la patente para el cinturón de seguridad de tres puntos El ingeniero mecánico de origen sueco despertó el interés de Gunnar Engellau, entonces presidente de Volvo, quien le ofreció un puesto en su compañía, pues ya había hecho algunos avances en este respecto y partiendo de otros diseños lo evolucionaría al que hoy en día conocemos.
Las pruebas demostraban su efectividad frente al cinturón de seguridad dos puntos. A pesar del escepticismo inicial este sistema de seguridad sentó las bases para comenzar a implementarlo en ese y otros países. Y no solo en vehículos Volvo, pues teniendo en cuenta la importancia de este elemento dicha patente se hizo pública para su adopción global.
No solo se le atribuye haber salvado miles de vidas, sino que enfatizó la importancia del uso de los cinturones en los puestos traseros y su patente fue catalogada como una de las ocho más importantes entre 1885 y 1985 para la humanidad.
Pasajeros traseros no lo usan.
Si un pasajero que viaja en la parte trasera del vehículo no porta el cinturón y el carro se estrella, el impacto que este cuerpo genera contra el conductor y el copiloto hace que se incremente el riesgo de morir en un 80 por ciento.
“En la muestra se pudo observar que el 94 por ciento de los pasajeros que viajan en las sillas traseras no usan este dispositivo”, señala el informe hecho por el grupo de Estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional (SUR) de la U. de los Andes. En lo que va de este año, la Policía de Tránsito ha impuesto 3.367 multas por esta norma, la C06 del Código Nacional de Tránsito. La sanción cuesta $ 344.700
Fuentes: revistamotor, eltiempo.com
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