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El Automóvil Club de Alemania realizó unas exigentes pruebas de choque para demostrar lo que suceden en caso de un accidente si se va a más de 80 kph y los pasajeros van “sueltos”.
Se encontró que cuando los pasajeros de la silla trasera no se ajustaron el cinturón de seguridad se alteran todos los patrones y esto desencadenaba enormes lesiones en los ocupantes.
Se hizo una prueba de choque a 70 kph con los dummies sin el elemento de seguridad restrictivo y un obstáculo frontal similar a un poste.
En el interior los cuerpos de los pasajeros se convierten en pesados misiles que chocan entre sí, reduciendo el espacio para las piernas y la efectividad de las bolsas para quienes viajan adelante y haciendo que las fuerzas de desaceleración alcancen para todos un umbral crítico que tiene como consecuencia, incapacidades permanentes o la muerte.
El cinturón que nunca debe ser visto como una imposición o un elemento incómodo, sino como un verdadero 'salvavidas', mucho más fuerte y válido que todos los sistemas electrónicos y condecoraciones de seguridad que tenga el carro. No sólo es aprendizaje cultural, es cuestión de vida.
Fuente: motor.com.co
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