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Las llantas en mal estado o con una presión inadecuada provocan el 55% de los accidentes con víctimas derivados de fallos mecánicos. Sin embargo, una falla mecánica tiene su origen en un error humano, ya sea por falta de mantenimiento o por imprudencia en la conducción.
Las altas temperaturas del asfalto de las carreteras pueden afectar al comportamiento de las llantas, puesto que se circula por pavimentos más abrasivos. Si el labrado de la rueda no cumple con el mínimo regulado no cuenta con el mismo agarre, se incrementa la distancia de frenado y crece la probabilidad de experimentar el llamado efecto 'aquaplanning' o “hidroplaneo”
Cuanto mayor es la antigüedad de un vehículo mayor es el riesgo de sufrir un accidente si no se inspecciona el estado de los principales elementos. Una llanta por debajo de la presión indicada disminuye la precisión y la respuesta del vehículo ante imprevistos, tiene mayor exposición a roturas en la estructura de su carcasa, se corre el riesgo de que el neumático se salga de la llanta o se reviente porque está más caliente y también aumenta la distancia de frenado.
En colombia “Las llantas deberán utilizarse de acuerdo con las especificaciones determinadas por el fabricante, con labrado de por lo menos dos (2) milímetros de profundidad y sin protuberancia alguna que dañe la vía”
Fuente: elmundo.es
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