Como llegué hasta aqui?

¿Cuándo manejas de la casa al trabajo al llegar no recuerdas el recorrido? ¿Durante un trayecto monótono te has sumergido en tus pensamientos y no has visto las cosas que te rodeaban? ¿Ni las señales? ¿Ni los semáforos? ¿Ni los peatones? ¿Cómo he llegado hasta aquí?

Esta pregunta se la han realizado un 75% de los conductores al llegar a un destino habitual. Un fenómeno que se explica por la incidencia de la conducción subconsciente; es decir, por manejar el carro sin conciencia plena, atenta y reflexiva a lo que está sucediendo. Con el paso del tiempo, las rutas cotidianas hacen perder la atención en la conducción.

La conducción es una actividad que supone hacerlo con un número mínimo de procesos cognitivos y conscientes, por lo que manejar subconscientemente implica no tener nuestra atención total en la ruta y no valorar el riesgo que se presenta en los desplazamientos diarios, ejemplo cuando se nos atraviesa un peatón y no tenemos la capacidad ni el tiempo adecuado para reaccionar al estímulo.

La percepción subconsciente es inherente en el ser humano y vital, pero también puede resultar peligrosa en el punto en que el ejercicio de la conducción es tan delicado y está sujeto a tantas situaciones impredecibles que requiere de la máxima alerta de todos nuestros sentidos.

Fuente: portalarodar.com.ar

Imagen: motor66.com