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Esta estudiante de cuarto de primaria a sus escasos 10 años logró que Movilidad instalara la señalización adecuada frente a su colegio, cambiando el diario vivir de sus compañeras
“Yo estaba un día en la entrada del colegio y un taxi pasó y me rozó la maleta”, cuenta. Por esta razón, Sofía se preguntó qué podía hacer para evitar que ella y las demás estuvieran en riesgo de sufrir accidentes.
Contactó al personero distrital y envió una carta a su despacho en la que solicitaba que se instalara una señalización adecuada “para evitar accidentes en los colegios del sector”. Anexó un mapa dibujado de los colegios de la zona e ilustraba los peligros a los que se exponían los estudiantes.
Se acabó el periodo escolar y luego de sus vacaciones, a su llegada a la institución, Sofía se encontró con personal de la Secretaría de Movilidad que “estaba pintando la calle”, cuenta sonriente y con los ojos brillantes. Su petición había dado frutos.
“Es que yo pensé en que en el colegio hay muchas niñas que tienen maletas de rodachines y algunas con muletas y es muy difícil pasar las calles cuando hay mucho tráfico; ahora, con las señales, los carros tienen que frenar y quedan espacios para cruzar”, cuenta.
Todos podemos generar una aporte a la seguridad vial, no solo respetando las normas de tránsito ya sea como peatón, conductor o pasajero, pero procurando que las vías a mi alrededor cumplan con las condiciones de seguridad necesarias.
Fuente: eltiempo.com
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